Ha sido He-Man en Masters del universo (1987) o acérrimo enemigo de Jean-Claude Van Damme en Soldado universal (1992), pero sus fans aún le recuerdan por su primer papel importante en la gran pantalla, el de Iván Drago de Rocky IV (1985). Dolph Lundgren ha sido modelo, actor, productor, guionista y un as de las artes marciales y el boxeo, aunque sobre todo un icono del género de acción. A sus 58 años no le falta el trabajo al intérprete sueco. Presentó en el Festival de Sitges, donde también fue homenajeado, Don't Kill It de Mike Mendez en la que interpreta a un cazador de demonios. También tiene una intervención secundaria en la serie Arrow ; apareció sin acreditar, como el comandante del submarino ruso en ¡Ave, César! de los hermanos Coen y tiene más de una decena de proyectos en el horizonte.

En 'Don't Kill It' interpreta a un personaje con varios registros, aventurero y cowboy con un punto de comicidad. ¿Cómo fue interpretarlo y rodar las escenas de acción?

Es un personaje poco habitual, una mezcla entre Indiana Jones y Elvis Presley. Disfruté mucho interpretándolo. En cuanto a las escenas de acción, digamos que no hay una lucha real. Mi personaje intenta parar las luchas, evitar que alguien muera.

¿Los años 80 y 90 fueron la época dorada del cine de héroes de acción?

Fue una época en la que los personajes del cine de acción se veían más grandes que la vida propia. Eran figuras míticas y los fans admiraban no solo al personaje sino también al actor. Sucedía con Van Damme, Chuck Norris y tantos otros. Ahora es bastante diferente. Actualmente quizá haya uno o dos actores que sean así, pero no sé si volveremos a esa época.

¿El cine de superhéroes ha dejado en un segundo plano a ese tipo de héroes de acción?

Sí. Hay películas de presupuesto muy pequeño como Redemption (Redada asesina, 2011) que aún pueden convertirse en títulos de culto por parte de los aficionados. Pero, hoy en día, el público quiere superhéroes. Demanda más efectos especiales y grandes presupuestos. Es difícil competir con ello.

¿Su inicio en el cine fue casi por casualidad, en una breve aparición en 'Panorama para matar (1985), de la saga Bond?

En ese momento mi novia era Grace Jones, que era la protagonista femenina. En una escena de lucha el actor inicial previsto no pudo interpretarla y recurrieron a mí, que no tenía nada de experiencia. Realmente no sé si llegué a actuar, simplemente estaba de pie ante la cámara ante Christopher Walken. Recuerdo que le vi ensayar la escena y, luego, al rodar estaba interpretándolo de una forma totalmente contraria. Me recordó a una batalla en el ring en el que esperas que tu adversario vaya a utilizar la izquierda y en lugar de ello te dé un derechazo, dejándote fuera de juego.

¿Al cabo de muchos años, cómo fue ese reencuentro de tantas estrellas del cine de acción en 'Los mercenarios', y también creo que mantiene una buena amistad con Stallone?

Fue genial porque la verdad es que no esperaba volver a trabajar con Stallone. Habían pasado 25 años desde que estuvimos juntos en Rocky IV. Stallone es un gran amigo, también es mayor que yo por lo que, de alguna manera, lo considero también mi mentor. Tenemos una amistad muy especial, igual porque la amistad que se genera "luchando encima del ring" crea unos lazos más duraderos.

De entre sus personajes más recordados, Iván Drago o el villano de 'Soldado universal'.

El de villano siempre es más divertido. Te da más libertad. Además, el héroe digamos que actúa a remolque del villano, reaccionando a lo que éste ha hecho.

¿De toda la historia del cine, qué personaje le hubiera gustado interpretar?

Pues... a Scaramouche. Una papel clásico que en su momento interpretó muy bien Stewart Granger. Un héroe en la época de la Revolución Francesa con su parte aventurera. Es temerario, romántico y también divertido, y muy hábil con la esgrima. Una buena historia. Y también, dando un giro, me gustaría interpretar a un vikingo, pero sin tener que llevar esas barbas tan molestas (ríe).

¿Actualmente, prefiere ver cine o televisión?

No tengo demasiado tiempo, pero últimamente me está interesando la televisión. Creo que hay muy buenos guionistas y también permite desarrollar mejor, con mucho más tiempo, tanto las historias como los personajes. En cine igual dispones de media hora para desarrollar un personaje y luego sesenta minutos para la resolución de la historia; y en televisión de varias temporadas. Lo más interesante es que la televisión cada vez tiene más calidad y se está ganando más respeto.